03 diciembre, 2005

ALEMANES BUENOS

Hace ya tiempo que no escribo…así que va siendo hora de que “trabaje” un poco. No tenía muy claro de qué libro hablar esta vez, pero al final me han venido dos a la cabeza que me han parecido muy interesantes. Antes de leerlos ya pensaba yo que serían muy asépticos (se ve que Thomas Mann me creó trauma) pero como suele pasar, lo de prejuzgar y generalizar me condujo al error. Bien, no me enrollo más, al tema:

Demian (Hermann Hesse)


“Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi. ¿Porqué había de serme tan difícil?”

Esta es la primera frase que se puede leer, y básicamente resume el contenido de la novela (una novela muy corta por cierto, 204 páginas en mi edición de Alianza editorial, muy barata además. Lo compré cuando estaba en el instituto y me costó 700 pelas) Hesse, que era antinazi, la escribió después de la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia del joven Emil Sinclair, quien tenía la peculiaridad de estar marcado por un estigma: “el estigma de Caín”. En la Biblia, aquellos que estaban así marcados eran los malditos, los vendidos al diablo. Unos apestados. En este libro son también unas personas con quién la gente no se encuentra a gusto ¿Por qué? Porque van más allá de la apariencia. Cuando Emil era un niño, ya se planteaba la existencia del bien (su hogar) y del mal (lo externo). Y se sentía, por supuesto, más atraído hacia lo segundo. Fue en aquella época cuando tuvo su primer contacto con Demian, que se convirtió en su guía espiritual. Él le hacía cuestionarse todavía más sus creencias, religiosas o sociales. Y así, vemos como Emil se hace adulto buscando su personalidad convencido de que la humanidad tiene mucho más potencial del que parece.


Opiniones de un payaso (Heinrich Böll)

En este caso reinan total y completamente la ironía y el humor (sin perder su seriedad.) Critica la hipocresía y el materialismo de la sociedad, a través de la historia de la figura, un poco patética y bastante tierna, de un payaso alcohólico que ya no tiene trabajo y que ha sido abandonado por su mujer. Böll era al parecer muy religioso, y eso es algo que se deja ver en la novela. Hay mucho inconformismo en ella. No sólo social, quiero decir. Dice Hans (el protagonista) una frase que me llamó mucho la atención, y era algo así como “mi dolencia más atroz es mi inclinación a la monogamia” No es que sea una frase que me sirva, como en el caso anterior, para resumir el contenido de la novela. En absoluto. Pero es que me parece muy buena. Es un ejemplo de cómo Böll pone en entredicho la moral (doble) de la sociedad en que vive. Lo escribió en el 63, pero podría haberlo escrito la semana pasada. No han cambiado tanto las cosas, al menos en el aspecto del mundo que nos quiere mostrar.


Por último, y aunque tampoco es que sea lo más importante, decir que tanto Hesse como Böll han ganado el Premio Nobel en los años 46 y 72 respectivamente. Y aquí termino por hoy. ¡Hasta más ver!

17 septiembre, 2005

LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS

Torrente Ballester es una de las mejores aportaciones de Ferrol al mundo, junto con J.V
( hablando siempre desde mi punto de vista jejeje)

En Los gozos y las sombras (integrada por “El señor llega”, “La Pascua triste” y “Donde da la vuelta el aire”) la acción tiene lugar en Pueblanueva del Conde, que creo que es un pueblecito de As Rías Baixas que en realidad no existe, en los últimos años de la República. Allí vuelve tras quince años de ausencia Carlos Deza, un psicólogo no muy satisfecho con su vida. Su sorpresa es mayúscula cuando descubre que los habitantes lo esperan con cierto entusiasmo porque piensan que él será la persona que los libere de “la tiranía” de Cayetano Salgado, el dueño del astillero que da de comer a las familias. También lo espera Doña Mariana, descendiente de la estirpe de los Churruchaos, aristócratas que no tenían lugar en ese tiempo. Es pariente lejana suya y antigua amiga de su padre. La única habitante del pueblo que aún puede hacerle frente a Cayetano. Es valiente y astuta y poco a poco consigue que Carlos se implique en la lucha por impedir el dominio de los Salgado.

Por supuesto esto es sólo la base sobre la que Torrente Ballester construye una novela psicológica de estructura clásica (me recordó un poco a Clarín e incluso a Pérez Galdós) pero con un asombroso modernismo a la hora de tratar las historias de los múltiples personajes, que la hace muy diferente. Carlos se convierte en el confidente de los habitantes de Pueblanueva y así podemos conocer sus conflictos religiosos, políticos o sexuales (sorprende especialmente que en una novela de esa época se trate el tema de la masturbación femenina, por ejemplo) Es interesante el modo en que el escritor trata a sus personajes, sin juzgarlos. No hay buenos ni malos, ni existe un protagonista-héroe. De hecho, aunque Carlos sea el protagonista, podría decirse que hay varios co-protagonistas, como los ya mencionados Cayetano y Doña Mariana, o Clara que es quizá el personaje con más matices, que alcanzan una posición en la novela muy relevante.

Expone una gran variedad de caracteres, de pensamientos, de situaciones…Y lo hace de forma creíble. Gonzalo Torrente Ballester tenía esa peculiar forma de narrar que consigue emocionar. Que consigue que te intereses por la historia y que les tomes cierto cariño a los personajes. A veces pasan cosas que no nos gustan, pero precisamente el modo en que las cuenta hace crecer un sentimiento como de “la vida es así”, cuando con otros escritores la sensación que a uno se le queda es más de “¿Cómo se le ocurre escribir esto?”
Antes de leerla pensaba que se me haría pesada, pero me motivó su autor y fue una grata sorpresa (¡otra vez!) Siento repetir tanto esta palabra, pero es que es lo que hay. Flipé porque no esperaba encontrar ni la mitad de lo que allí había. Por eso quise escribir ahora sobre ella, aunque soy consciente de que tengo poco poder de convicción, a lo mejor alguien se anima a leerla también.

06 septiembre, 2005

¿QUÉ BOOM DE LAS MUJERES? (o HACIENDO AMIGOS)

Esta vez voy a copiar. No es que sea una aguerrida feminista ni nada por el estilo, pero tengo que reconocer que hay cosas que me fastidian. Vamos, que me hierve un poco la sangre, a veces, al oír ciertas cosas. Y ese tipo de cosas, por supuesto, no faltan tampoco en el mundo editorial. Lo que más me ha llamado la atención de este artículo de Laura Freixas ha sido el apartado “c”. Tal vez por el hecho de que es un poco extensible a todo en esta vida. Muchos no estaréis de acuerdo, seguramente. Yo antes también lo veía, como mínimo, exagerado. Pero en cuanto te mueves un poco por el mundo, te das cuenta que no lo es tanto. El artículo fue publicado en el número 101 de la revista Qué leer. Por si os interesa, la web de la susodicha es http://www.que-leer.com/. Algún día la pondré en el apartado de los links, pero de momento, debido a mi incompetencia informática, tengo que dejarlo aquí.

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“El boom de las mujeres” : este titular de la revista Leer (verano del 2000) resume la opinión general. “El planeta de las mujeres” tituló La Vanguardia cuando el premio lo ganó Maruja Torres, con Marcela Serrano como finalista, en 2001; y El país Semanal, con motivo del Día del Libro del 2000: “Los libros son cosa de mujeres”. Se cree, en fin, que las escritoras arrasan: que venden más que los hombres, que obtienen más premios, que ya han ganado, en fin, la batalla editorial… Y nadie tiene, por lo visto, la modesta curiosidad de ir a buscar los datos. Que son, si ustedes me lo permiten, los siguientes:
a) “Las mujeres venden más”. ¿Ah, si? ¿En qué lista de best sellers lo han visto? Porque yo, que llevo años mirándolas, siempre me encuentro lo mismo: de diez autores, dos o tres mujeres, o una, o ninguna… Resumen del 2004: entre los diez más vendidos de ficción, una sola mujer: Julia Navarro (datos de QUE LEER de enero de 2005)
b)“Las mujeres ganan la mayoría de los premios”. Vuelvo a remitirme a la estadística: de los más importantes (Alfaguara, Biblioteca Breve, Herralde, Nadal, Planeta y Primavera), en el 2004 sólo dos los ganaron mujeres (Laura Restrepo y Lucía Etxebarría). Y, por cierto, cuando se habla de premios, se olvidan los institucionales (Cervantes, Nacional de Narrativa, Poesía, etc): el año pasado, siete fueron a hombres y uno, a una mujer (Chantall Maillard). Claro que no faltará quien diga que estas lo ganaron “por ser mujeres”. Ya se sabe que cuando una mujer consigue algo, es sólo por ser mujer, mientras que cuando lo obtiene un hombre, es por sus méritos.
c)“¿Y la crítica?”. Siempre (y cuando digo siempre es siempre) que un crítico califica algo de femenino, es para denigrarlo. Un ejemplo entre mil: “…la típica y tópica novela de personajes femeninos, transmitidos por una voz brumosa, delicada y quejica que ensarta en una plúmbea cavilación general cualquier preocupación cotidiana” (Babelia, 29 de enero de 2005). ¿Para cuándo una crítica que diga, por ejemplo: “Es la típica y tópica novela de personajes masculinos, lúcidos, sarcásticos, grandes folladores –no hace falta decirlo- y de vuelta de todo”?

Total, que por una parte, se asegura que las mujeres venden más (lo cual ni siquiera es cierto), y por otra, la crítica no pierde ocasión de descalificarlas. Así se extiende la idea de un boom femenino puramente comercial, una moda, una maniobra editorial, en las antípodas de la calidad, de la alta cultura, de la literatura de verdad. Y entonces, claro, pasa lo que pasa: que cuando, por ejemplo, Babelia (el 5 de mayo de 2001) hace una lista de “los quince libros de referencia de la narrativa española después de la muerte de Franco”, todos son de hombres… En fin, chicas, que nuestro supuesto boom -¡qué boom ni que ocho cuartos!: simple normalización, y aún muy lejos de alcanzar el cincuenta por ciento- es efímero y de boquilla. No estamos dejando huella. Si hoy no figuramos en Babelia, ni a penas en la Real Academia, mañana no quedarán de nosotras ni las raspas en los libros de Histora.

NOTA: El cambio de color es mío. Y sé que a algunos hombres le puede molestar, o me tacharán de mujer frustrada. Es la reacción típica. Me da igual.

29 agosto, 2005

EL AMERICANO IMPASIBLE

De los más de veinte libros escritos por Graham Greene, sólo he leido dos, por tanto no puedo decir que esta sea su mejor novela, aunque sí la que más me ha gustado. A favor de la otra, El tercer hombre (que por cierto es una de las entregas de la próxima colección de La Voz, que está bastante bien) tengo que decir que fue concebida para su rodaje y supongo que eso influye mucho en su forma de ser.

"El americano impasible" se sitúa en la Indochina de mediados de siglo, cuando comienza la retirada del ejército francés, la guerrilla comunista lucha por la independencia y los EE.UU pretenden hacerse con el poder, que ellos llaman llevar la democracia a aquel “pobre e inculto pais”…(uy! ¿de qué me suena esto?) Allí un periodista británico que pasa de los cincuenta, Fowler, nos narra su historia. Es un hombre sereno, melancólico y con mucho mundo. Hace tiempo que ha dejado atrás una vida europea que no le gustaba y a una inglesa y muy católica esposa. Se ha instalado en Indochina, donde ha encontrado la vida que desea llevar. “La vida que desea llevar” tiene nombre de mujer: Phuon. Viven juntos y todo a lo que aspira es a tenerla a su lado para compartir su vejez. Ella es muy joven y encarna un poco al tópico asiático de la mujer que goza de una gran paz espiritual, no se deja alterar por lo externo. Más que vivir, fluye. Representa la más pura inocencia, aunque aspira a casarse con un hombre que la cuide y le dé esa estabilidad que justamente no hay en su país. Phuon tiene una hermana que se encarga de buscarle del modo más interesado un marido. Y encuentra al candidato perfecto, Pyle. Se trata de un ingenuo americano de la clase acomodada sin apenas experiencia que se cree todo lo que le cuenta su gobierno. Supuestamente llega al país para ayudar y llevar material médico a las zonas más desfavorecidas.
Ya tenemos los tres vértices ¡Cómo odio los triángulos! Pyle se enamora de Phuon. Fowler no consigue que su mujer acceda al divorcio. Pyle pretende “arreglar” la situación política y conseguir a Phuon. Fowler aspira a mantener su vida tal y como era antes de la aparición de Pyle.
Y Phuon…Phuon quiere a Fowler, pero…

10 agosto, 2005

LA PRINCESA PROMETIDA

Esta historia fue escrita por S. Morgensten con el fin de satirizar sobre la historia de Florín y el declive de la monarquía en la civilización occidental. Años después, el padre de William Goldman se lo leía a este (sólo las partes interesantes) mientras el niño estaba enfermo. Supongo que esto os recuerda ya algo de aquella estupenda película que lleva el mismo nombre, dirigida por Rob Reiner, la primera peli que hizo Robin Wright (supongo que todas las niñas queríamos ser como ella) Pues bien, el guión es también de Goldman, quien se encargó de resumirla (tal y como lo hacía su padre) y a quien debemos poder leerla hoy en día. Se lo debemos porque de no hacer este resumen, no se hubiese hecho la peli (el original es al parecer un VERDADERO TOSTÓN) Y si no se hubiese hecho la peli, nunca se hubiese reeditado. Por si algún despistado no la ha visto (antes creía que todo el mundo la conocía, pero con el tiempo me he dado cuenta que había muchos niños que no veían tanto la tele…) os voy a contar un poco de qué va. Y antes que nada, señalar dos cosas:
1) no es un libro cursi y empalagoso, aunque hable de amor verdadero
y
2) no es sólo un libro para niños, os aseguro que hay adultos que han disfrutado de él como niños

Aclarado esto, procedo:

Buttercup es una joven y bella granjera que se enamora de Wetsley (Carey Elwes en la peli), un muchacho muy pobre que trabaja en la granja. Él decide partir para hacer fortuna. Se juran amor eterno pero Wetsley cae en manos del temible pirata Roberts, que nunca deja víctimas vivas. Buttercup cae en el desconsuelo, pero años más tarde el príncipe Humperdick se encapricha de ella y se prometen. Días antes de la boda, ella es raptada por unos mercenarios pagados por el propio Humperdick, que pretende culpar al país vecino. Busca una excusa para declararles la guerra. Mientras, finge buscarla. Con lo que no cuenta el pomposo príncipe es con que otro hombre, misterioso, inteligente, fuerte y muy hábil con la espada irá deshaciéndose poco a poco de los mercenarios y se llevará a su prometida. Humperdick se enfurece y decide darle caza y castigo.

En fin, soy fatal sintetizando, pero creo que más o menos esta es la trama. Los mercenarios, aunque en mi resumen no lo parezca, tienen un papel muy importante y son casi los mejores personajes. Seguro que os suena aquella frase tan famosa “Hola. Me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir” Bueno, frases célebres en este libro, o en la misma película, hay unas cuantas. Hacía tiempo que tenía ganas de contaros algo de esta historia. Aunque no sea capaz de transmitirlo, que sepáis que os lo estoy contando muy entusiasmada, porque vale muchísimo la pena leerlo. Así que ya sabéis, cuando tengáis un hueco echazle un ojo. No creo que os arrepintáis.

03 agosto, 2005

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Pues sí. Este está siendo para mí un verano de dar segundas oportunidades, y, mirad vosotros por donde, he llegado a la conclusión de que ha sido un error. Lo he hecho con dos grandes escritores (y también con algún director de cine que además de ser pretencioso va de alternativo y no sé por qué extraña razón está tan sobrevalorado…Bueno, en fin, ni que yo fuera aquí la experta, lo que pasa es que me va lo de rajar, y ese tío me aburre infinitamente (premio si alguien adivina de quién hablo. Pista: no es Almodóvar, que por cierto, a mi sí que me gusta)) Pero hablaba de escritores, claro. El primero de ellos ha sido Tomas Mann. Me terminé su también ultra distinguida Montaña Mágica porque acabé tomándomela como un reto personal, pero o
1) soy un ente excesivamente simple (cosa que no descarto, visto lo visto)
o
2) aburre a las ovejas
Es verdad que seguramente hay un punto medio que se me pasa por alto (tan despistada soy) pero, vamos, yo no lo recomiendo, a pesar de que sea uno de los libros que a menudo aparecen en las listas de “imprescindibles” Lo leí el verano antes de irme a la facultad, o sea, a los 17 años, razón principal que me llevó a volver a leer algo suyo. Pensé que tal vez se me había hecho pesado porque en aquel momento tenía otras cosas en la cabeza y no estaba yo para razonamientos filósofo-antropofílicos (que cosas invento) ni para un plastazo tal. Así que hará cosa de un mes, le eché la mano a La muerte en Venecia. Su prota, como ya sabréis, es un viejo, también prepotente, un señor que se considera “un artista” y que es un pedante, que se enamora de un jovencito al que observa durante sus vacaciones en Venecia. A mi el chaval, por su descripción, me recuerda un poco a Dorian Gray, razón por la cual también él me cae mal. Y con un libro en que los personajes principales me parecen insoportables, pues ya me diréis que otra cosa os puedo contar, que “es una historia muy corta, pero no he tenido la voluntad de terminar de leerla”. Como lo oís. No es por desanimaros, uno tiene que juzgar por si mismo, obviamente, pero si no los leisteis aun pues yo os diría que cuando los cojáis, lo toméis con paciencia.

Al otro escritor a quien decidí reconsiderar, fue a Flaubert. Madame Bobary me la leí mucho antes que la Montaña Mágica. No recuerdo muy bien que tal lo hacía Flaubert contando la historia, pero recuerdo claramente que la historia en si me pareció HORRIBLE. Vamos, que la tal Emma era una penca que consiguió darme vergüenza ajena. Y pena. ¿Cómo se puede ser tan idiota? Bueno, a su marido también le llegaba… Vaya par, ¡por favor! He oído por ahí que La Regenta es la “versión española” de esta novela, pero ni punto de comparación. No es por ponerme ahora chovinista, ni mucho menos, pero es que La Regenta es un libro genial, Ana es una tía inteligente, y la historia engancha (nunca pensé que me fuera a enganchar, pero os lo juro, notaza para Clarín) Y nada, que tanto oír La educación sentimental por aquí, La educación sentimental por allá, pues me la he pillado en la biblioteca y en ello estoy. He leído muy poco, cuatro capítulos creo, es que la tengo muy abandonada, pero es que incluso me he puesto a leer unos relatos de Isabel Allende para amenizar, porque me cuesta horrores ponerme con ella (no se valen chistes fáciles) Esto, de momento, tampoco es muy concluyente, porque también me pasó con El Rojo y el Negro y al final, pues oye, me alegro de haberla leído. Pero vamos, que no es una lectura fácil y que para leer a la ligera, por puro entretenimiento, para mi gusto, no vale.

Las advertencias están echas. Lo que está claro, es que todas ellas están muy bien consideradas, por algo será, ¿no? Pues si lo averiguáis, informadme, por favor!

16 julio, 2005

PARÍS ERA UNA FIESTA.

Hemingway. Sospecho que, de haberlo conocido, no me habría caído muy bien, pero le agradezco profundamente que haya escrito esta… “novela”. Lo escribo así, porque, en realidad se trata de veinte cuentos que no siguen una trama. Capítulos de su vida y de la historia del París de los años veinte. No se publicó hasta después de que el autor se hubo suicidado y al parecer empezó a escribirlo porque treinta años después de todo aquello, volvió a París y en el Ritz le devolvieron una caja de apuntes que se había dejado allí. Curiosa historia, ¿no? En París empezó su carrera de escritor, y aunque hay mucha gente que lo acusa de ser más periodista que novelista, yo me quedo con la opinión de que era un gran… bueno, “descriptor” no existe, pero vosotros me entendéis fijo. Y es que esa capacidad de observación suya hace que parezca que en lugar de estar leyendo, estás allí mismo. Vale… ¡exagero! Dejémoslo en que parece que estás viendo una peli…Su lectura es fácil, agradable y está llena de frases de esas que llaman la atención por su belleza estilística (¡ja! Muy profesional…) Habla de la vida junto a su primera mujer (“antes hubiera querido haberme muerto, que haberme enamorado de otra” dice. Si no llega a ser por lo que aprendí un poco de los humanos leyendo esto, habría pensando, con mi típica vena intolerante “pues podías no haberte muerto, pero si haberte mutilado algo en vez de darle por…” En fin. Soy muy radical y extremista… ¿y a qué viene esto?) Sigo. Habla de la vida bohemia de los artitas, de Ezra Pound, de Figeraltz, de Stein…artistas americanos de la “generación perdida” con los que compartía amistad, sueños… Habla también de su afición a las carreras de caballos, de los puestos de libros de segunda mano que frecuentaba, de las cafeterías donde escribía y se reunía con los otros, del vino francés… de un montón de cosas que me dieron una envidia horrible!!! No se sabe qué cosas de las que allí cuenta son realidad y cuáles son ficción o una realidad muy subjetiva y adornada, pero la verdad, tampoco es algo que importe.
Bueno, hoy estoy algo imprecisa (tantas comillas y puntos suspensivos) pero es que estuve echando un vistazo para ver sobre qué podía escribir… y cuándo lo ví, me acordé de muchas cosas. Me provocó muchas sensaciones este libro. Buenas, además.
Dice Hemingway en el último párrafo “París no se acaba nunca y el recuerdo de cada persona que ha vivido allí es distinto del recuerdo de cualquier otra. (…)Yo he hablado de París en los tiempos primeros, cuando éramos muy pobres y muy felices” Supongo que lo mismo pasa con la lectura de estos relatos…ya me contareis (a ver si de paso hacéis uso de la posibilidad de hacer comentarios…¿no? Es una sugerencia…) Venga, ¡que os sea leve!

06 julio, 2005

UNA CUESTIÓN PERSONAL.

Esta novela cayó en mis manos por casualidad el verano pasado. No sabía de qué iba, ni conocía al autor (a mi nunca se me ha dado mucho por adentrarme en la cultura japonesa, y hasta hace poco no conocía absolutamente nada, excepto Arale y similares… ¡qué ya me diréis!) Pero una tarde de aburrimiento, me puse a curiosear por las estanterías…y allí estaba. Me atrajo el nombre, supongo. El caso es que fue una buena elección.

Trata de un joven profesor de inglés a quien cuesta hacer frente a sus problemas. Lleva una vida bastante frustrante, y sueña con escapar de ella algún día, yéndose a África. Por desgracia sabe que esto es complicado, ya que está casado y a punto de tener un hijo. Aun así, intenta luchar por su sueño, porque piensa que su vida no tendrá sentido mientras no lo alcance. Cuando nace su hijo, que padece una enfermedad llamada hernia cerebral, todas estas fantasías chocan de nuevo con la realidad de Bird (así se llama) quien, desesperado y horrorizado de si mismo y de su egoísmo (realmente él desea que el niño muera, porque si sobrevive se quedará en estado vegetal, con lo cual tendrá que sacrificar el resto de su vida) pasa los tres días posteriores al nacimiento en casa de su amiga Himiko, consolándose en su cuerpo, y refugiándose en el alcohol. Para mayor dilema de Bird, su mujer le dice que si el niño muere, ella se divorciará. Esto supone también un motivo de vergüenza para el chico (eran otros tiempos y otra cultura) aunque al mismo tiempo, Bird se da cuenta de que si eso ocurre, ya nada le impedirá irse. Cada vez se siente más humillado, pues no deja de preguntarse si debe ayudar al bebé a morir o debe dejar que la naturaleza decida. Sus propias ideas le avergüenzan En Himiko (a mi me encantó este personaje) encontrará la respuesta.

Es una obra muy muy cruda y violenta. La narración avanza bastante rápido, al mismo tiempo que el propio Bird y deja un sabor un poco agrio en algunos momentos, es dura, os lo advierto…pero vale la pena, en serio.

Oé recibió también el Nobel (en 1994) Al parecer toda su literatura trata el mucho el tema del desamparo de los hombres ante la vida. La suya, sin ir más lejos, no fue nada sencilla. Hay que entender sus libros desde el punto de vista de una moralidad diferente a la nuestra, pero yo encontré su lectura muy positiva. Judgaz vosotros mismos J

02 junio, 2005

1984

Si eres una mente inquieta y te gustan las historias diferentes a las que normalmente estás acostumbrado, te recomiendo encarecidamente este libro.
Se desarrolla en un ambiente social similar al otro gran libro de ciencia-ficción utópica “Un mundo Feliz” solo que en “1984” se profundiza más en la maquinaria inapelable del poder y en el desmoronamiento interior del individuo.
El libro comienza describiéndonos una sociedad futurista (y lo es hasta para nosotros a pesar de que está escrito en 1949) en la que el poder está concentrado en un solo ser supremo llamado el Gran Hermano. Se supone que este ser todo lo ve, y todo lo sabe. Este hecho se plasma en que los habitantes del continente que residen en ciudades son en todo momento vigilados mediante telepantallas interactivas. Cualquier desviación psíquica o moral que los “expertos” vigilantes del partido gobernante crean intuir mediante las telepantallas tendrán el peor de los castigos. El relato gira en torno a un protagonista principal, un trabajador de clase baja del partido gobernante. A través de su trabajo se da cuenta poco a poco del engaño que sufre diariamente él y todos los habitantes. Desde una continua guerra ficticia hasta noticias inventadas y personas que desaparecen sin dejar rastro. Después de la difícil labor de luchar consigo mismo, é solito decide sublevarse y comienza a ejecutar acciones menores pero al darse cuenta de su escaso valor, decide poner en riesgo su vida contactando con otras personas presuntamente reveladas. Como no podría ser de otra forma el poder absoluto no puede ser derrotado por un solo individuo. La maquinaria perfectamente engrasada saldrá indemne y el individuo como tal destruido. Esta es la moraleja que se podría extraer del libro.
El libro es bastante ameno en la mayoría de sus partes y se lee bien debido a la tensión argumental que provoca en el lector. Tal vez tenga alguna parte que cueste algo más porque Orwell se recrea demasiado en algunas cosas secundarias.
Este libro provocó grandes controversias en su tiempo y hoy en día a pesar de ser un “libro de culto”, no se difunde lo que debería. Esto puede ser por la fama de tio antisistema de George Orwell.

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

De Saramago sólo he leído tres libros, y todos me han gustado. Ensayo sobre la ceguera trata justamente de eso, de una epidemia de ceguera que se expande de forma fulminante en un país sin nombre. La gente va por la calle y de pronto deja de ver. No se sume en la oscuridad, si no en una resplandeciente luz blanca. En las primeras hojas, Saramago habla del primero de los afectados, de cómo lo viven él y la gente a quien conoce. Pero poco a poco se van integrando nuevos ciegos, su mujer, su oftalmólogo y algunos clientes de este. Ante la crisis de pánico que se extiende simultáneamente, las autoridades gubernamentales actúan internándolos en un manicomio en cuarentena. La mujer del médico, que es la única que no se ve afectada por la ceguera blanca, finge sí estarlo para no separarse de su marido. Así, ella se convertirá en los ojos de los internados en su sector (aunque en principio prefiere que nadie lo sepa, pues no quiere convertirse en su esclava) y del lector. En el manicomio la situación es lo peor: falta de higiene, pocos alimentos (controlados por militares que aun ven) y por supuesto “mafias” de otros ciegos que pretenden aprovecharse de la situación. A mi la idea para la historia esta me parece muy buena. Saramago es un tío muy crítico con la sociedad. Y en esta novela critica tanto la bajeza de la naturaleza humana en casos extremos (la supervivencia propia y los intereses personales a cualquier precio) como, si se quiere ver así, a una sociedad cada vez más cegada por los medios de comunicación y más manejada por los gobiernos.
El único “pero” que yo le pondría a esta novela (bueno, a esta novela en este caso) es la forma de escribir de Saramago, que, al principio, es un poco difícil de seguir, porque los puntos y a parte sólo los usa para cambiar de capítulo. Hay diálogos, pero sin guión, separados por comas, con simples mayúsculas para distinguir quien habla. Está claro que es un estilo muy peculiar, pero si lo coges con gusto, te acostumbras rápido y luego a penas se nota. Después de este, Saramago escribió el Ensayo sobre la Lucidez, que es parecido, solo que la “epidemia” consiste en que todo el mundo vota en blanco, y el gobierno sitia la ciudad y lleva a cabo duras represiones. Este último lo veo yo más crítico en plan social, pero pierde en cuanto al retrato de la humanidad (tampoco mucho, hay que decirlo) Y es que, el que sabe, sabe. Y Saramago, desde luego, controla de lo que habla. Y si, estoy de acuerdo en que su obra merecía el Nobel. Aunque todavía me queden bastantes obras suyas por leer. Tiempo al tiempo.

28 mayo, 2005

EL CONDE DE MONTECRISTO

Si alguien me pide alguna vez que le recomiende un libro, sin dudarlo le recomiendo este. Supongo que está suficientemente alabado ya, y que no es para nada necesario que me ponga a elogiarlo a estas alturas. Pero por si acaso no ha caído aun en manos de quien lea esto…
Se han hecho unas cuantas versiones cinematográficas de ella (y de otras novelas del mismo autor) ¡Ay, si Dumas levantara cabeza! Es evidente que no debe ser nada sencillo adaptarla…pero ¿no le sonaría de nada a los productores esa famosa frase “si lo haces, ¡hazlo bien!”? En fin. Si aun no habéis leído el Conde de Montecristo, no cometáis el error de verlas, y si ya lo habéis cometido… incluso entiendo que no queráis leer el libro (a parte de que suele asustar bastante por ser un tocho de tres pares de narices) Dicho esto, y aunque seguramente sea un pelín redundante, voy a contar un poco de qué va:
Edmundo Dantés es un joven pobre, noble, apuesto… ( lo de apuesto es de mi cosecha, le va al personaje) que trabaja como marinero para el señor Morrel. La novela comienza cuando él llega a Marsella, donde lo esperan su padre y su novia Mercedes, con quien va a casarse, por fin, pues le han ascendido a capitán del barco, tras la muerte del anterior. Pero ¡qué mala es la envidia! (aquí aparecen los malos) Fernando, primo de Mercedes, está enamorado de ella también, y Danglars cree que él merece más ser el capi. O sea, que lo empapelan hasta arriba. Se buscan una excusa (lo acusan de conspirador contra el rey, estamos hablando de la época en que a Napoleón lo confinan a la isla de Elba) y lo encierran de por vida en el Castillo de If, una fortaleza en medio del mar (muy al estilo de la Roca, pero en plan siglo XVIII. Por cierto, en este punto aparece otro personaje que también se la juega a Dantés por intereses personales) El fulano allí se desespera, lógicamente, hasta q conoce a otro preso, un viejecito de quien todos piensan q está como una cabra (el abate Faria) ya q dice ser el poseedor de una inmensa fortuna escondida en una isla. La vida en prisión cambia desde este momento y ambos deciden escapar juntos. Lo consiguen (cada uno a su manera) y Dantés vuelve a Marsella comprobando que todo ha cambiado radicalmente. Sus enemigos han conseguido todos sus objetivos y además está forradísimos. Ya os podéis imaginar el cabreo del chaval. Quiere vengarse ¡Y vaya que si se venga…! A partir de aquí, simplemente no se puede dejar de leer. Edmundo cuenta con la fortuna del abate Faria y con una mala leche…que ¡vamos! El plan que traza para vengarse es llevado a cabo con precisión y paciencia, a lo largo de cientos de páginas realmente apasionantes. Aunque no todo es odio. El coranzocito de Dantés tiene también en cuenta a todos aquellos que no lo traicionaron y vela por su felicidad.
Esta es, sin duda, la novela más romántica que he leído (y romántica no es lo mismo q ñoña, ojo, lo digo en el sentido literario) Las pasiones están elevadas a su máximo exponente: en primer lugar, el sentimiento de injusticia, que corroe al lector de una manera excepcional, y en segundo, esa necesidad de venganza a cualquier precio. Esta ha sido, para mí, la novela que más huella ha dejado. Hay una secuela, dicen que no escrita por el propio Dumas (ni por su negro Augusto Maquet, quien colaboró con él tanto en El conde de Montecristo, como en los Tres mosqueteros y otros de sus éxitos) si no por un portugués cuyo nombre no recuerdo. El propio Dumas renegó en su momento de La mano del muerto (así es como se llama ¿a que el título es muy sugerente?) Aunque el estilo es bastante parecido, la trama no tiene comparación. De verdad, si podéis, no dejéis de leerlo, que ahora en veranito, entre pachanguita y cañita (y estudiar, lo sé, lo sé…) seguro q encontráis un hueco. Qué aproveche, si gustais.

14 mayo, 2005

BIENVENIDA


Aqui comienzan las andanzas de Anikaa!